El arte de soltar: cómo liberar lo que ya no te pertenece

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«Soltar no es perder, es abrir espacio para florecer.»

La naturaleza nos enseña a soltar

El otoño nos regala un mensaje profundo: los árboles no luchan por aferrarse a sus hojas, simplemente las sueltan para dar paso a un nuevo ciclo.

Nosotras, al igual que la naturaleza, atravesamos temporadas en las que debemos dejar ir aquello que ya cumplió su propósito en nuestra vida: creencias, hábitos, relaciones, emociones o proyectos que ya no vibran con nuestra esencia.

Soltar no es perder. Soltar es un acto de confianza y amor propio.
Es decirle a la vida: “Confío en que lo nuevo que viene será mejor para mí”.

¿Por qué soltar es tan difícil?

Aunque sabemos que algo ya no nos hace bien, muchas veces nos aferramos. Esto sucede porque:

El apego nos da una falsa sensación de seguridad.
Incluso cuando algo duele, lo familiar nos resulta “seguro”.

Tememos al vacío.
Creemos que si soltamos, nos quedaremos sin nada, cuando en realidad es un espacio para lo nuevo.

 El ego quiere controlar.
Queremos tener todas las respuestas y garantizar resultados, pero la vida funciona con incertidumbre.


El primer paso para liberar es reconocer que soltar no significa fracaso, sino crecimiento.

Señales de que algo necesita irse

A veces, lo que debemos soltar no es tan evidente. Estas son algunas señales:

  • Te drena más energía de la que te da.
  • Te hace sentir que no eres suficiente.
  • Ya no te emociona, pero sigues por costumbre.
  • Sientes ansiedad, culpa o miedo cada vez que piensas en ello.
  • Sabes, en lo profundo de tu ser, que no tiene lugar en tu futuro.

Rituales simples para dejar ir

No necesitas nada complejo, solo tu intención y tu presencia. Aquí tienes tres rituales sencillos que puedes practicar:

1. Carta de liberación

Escribe en una hoja todo aquello que deseas soltar: emociones, recuerdos, situaciones o personas.
Luego quema la hoja (de forma segura) mientras respiras profundo y repites:
«Dejo ir lo que ya no me pertenece. Abro espacio para lo nuevo.»

2. Baño de limpieza energética

Llena tu bañera o un recipiente con agua tibia, sal marina y pétalos de flores.
Mientras te sumerges o te enjuagas, visualiza cómo todo lo viejo se disuelve y se va con el agua.

3. Respiración de liberación

Siéntate en un lugar tranquilo, inhala profundo y, al exhalar, imagina que sueltas emociones y pensamientos que te pesan.
Hazlo al menos cinco veces, sintiendo cada vez más ligereza.

Soltar también es florecer

Soltar es un acto de fe. Es confiar en que el universo siempre trabaja a tu favor, incluso cuando no puedes verlo con claridad.


Cuando dejas ir, creas espacio para lo nuevo, para lo que realmente está alineado con tu ser.

Recuerda: no tienes que hacerlo de golpe.


Puedes soltar poco a poco, como un árbol que deja caer sus hojas una a una.

Soltar no es perder. Es volver a ti.

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@floreserbyjuliana